Retirada: volviendo a tierra firme

Después de más de un año desojando la margarita de si marchar o no de Azores, finalmente me decidí por alquilar un apartamento en Ponta Delgada y quedarme aquí de forma indefinida, el motivo principal fue el trabajo, básicamente me paso la mayor parte del día sentado delante de una mesa, ya sea atendiendo consultas, contestando correos o encargándome de mis servidores, y de un tiempo a esta parte, al igual que tantas otras personas, cada vez tengo que trabajar más horas para ganar lo mismo o menos.

Puede parecer poco aventurero y nada romántico, pero al final para vivir y viajar en un barco año tras año es inevitable hacer uso de grandes dosis de realismo y sentido práctico, en especial si no te sobra el dinero; y realmente yo había llegado a un punto donde o bien volvía a marchar de Europa solo como en 2011, o bien me iba a vivir a un apartamento normal donde pudiera tener una mesa, una silla y una conexión a internet normales para poder trabajar eficientemente.

Así pues, este es mi nuevo espacio de trabajo:

Un notable cambio a mejor comparado con el que tenía en el barco:

Nacho atendiendo una consulta de tarot en su barco

La historia de trabajar a distancia por internet desde un barco pequeño funciona bien cuando no son muchas horas al cabo de la semana, porque la eficiencia que pierdes por las limitaciones del barco a fin de mes no es tan relevante, pero cuando ya estamos hablando de trabajar entre 40 y 60 horas semanales (o más), realmente no es una situación sostenible a largo plazo.

Eso unido a que en el fondo no me apetece volver a hacer grandes travesías oceánicas yo solo, y a que tampoco tengo ni medio claro que en los puertos a donde llegase fuese a tener mejores oportunidades que aquí, pues me hizo decidirme por volver a tierra firme; aunque confieso que dudé bastante, tuve incluso varios días en los meses de mayo y junio en que me faltó un pelo para dejar de lado el sentido común y marchar así de buenas a primeras, pero al final mi lado prudente y racional se impuso, haciendo bueno aquel dicho según el cual "para conservar la libertad hay que conocer la prudencia".

También tuvo mucho que ver en mi decisión el hecho de que en este año que pasé en Ponta Delgada hice buenas amistades con muchas personas de aquí, ya no puedo decir ni que me aburra ni que esté solo como lo estuve en otros sitios... ahora casi todos los fines de semana quedo con gente para ir a la playa y/o de excursión, esta foto es del pasado domingo en el camino de las cuatro fábricas de luz, nos llovió un rato pero aún así lo pasamos bien:

Nacho en el trillo de las 4 fábricas de luz

Se trata de un angosto valle donde se construyeron las primeras centrales hidroeléctricas de la isla, a comienzos del siglo XX, aprovechando varios saltos de agua naturales que hay en la zona, esto es lo que queda de la primera de ellas, inaugurada en el año 1900:

Ruinas de la primera central eléctrica de Azores

Me dio que pensar el hecho de que la electricidad sea algo históricamente tan reciente, es increíble como el mundo a nivel tecnológico ha cambiado tanto en tan poco tiempo, hace poco más de un siglo la mayor parte de la humanidad vivía sin electricidad, y hoy es raro el momento en que no tenemos algún aparato eléctrico al lado nuestro.

También me dio que pensar este árbol que echó raíces en el tejado del edificio de esa primera central hidroeléctrica, una buena imagen para reflexionar sobre el futuro de nuestra civilización altamente tecnificada, supongo que a largo plazo es la Naturaleza quien tiene las de ganar, nosotros tenemos muchos relojes, incluso algunos inteligentes marca Apple, pero ella tiene el Tiempo:

Árbol con raíces sobre central hidroeléctrica en ruinas

Aunque también no hay que perder de vista que el mismo cauce de agua que se usaba para mover aquellas turbinas de finales del siglo XIX, se usa ahora para mover unas turbinas modernas en un edificio nuevo no muy lejos de ahí, este es el deposito de agua que se usa actualmente para ello, en perfecto estado de mantenimiento y hasta con truchas para ir a pescar:

Deposito de agua de central hidroeléctrica de Azores

Y volviendo a Ponta Delgada, lo cierto es que casi todos los días tengo algo que hacer con alguien conocido, y si no dedico más tiempo a socializar y disfrutar de la vida es más por mis limitaciones de tiempo que otra cosa, entonces también el marchar hubiera sido como cortar de raíz todas esas pequeñas relaciones que fueron brotando por casualidad a lo largo de los últimos 13 meses, y total para qué? para llegar a un sitio parecido donde tuviera que empezar de cero? podría tener sentido si fuese para conseguir algo que mereciese la pena, pero así porque sí, sólo por cambiar de paisaje, hubiera sido un error.

Así es que estos últimos dos meses anduve súper liado, entre el trabajo, buscar apartamento primero y hacer la mudanza después, tuve la web un poco abandonada, es sólo ahora que saqué unas horas para actualizarla e ir contando las novedades, de hecho precisamente hoy, 26 de julio de 2017, hace un mes que estoy viviendo en tierra firme, ya tengo casi todo controlado, aunque de momento toda la decoración consiste en cartas náuticas puestas con chinchetas en las paredes (no tenía otra cosa mejor a mano):

Salón decorado con cartas náuticas

Fui a la oficina de turismo a ver si me daban aunque fuese unos posters de vaquitas, pero nada, me explicaron que ahora ya no dan nada de eso gratis, que en las tiendas los venden, así que cuando tenga un momento y algo de dinero extra espero dedicarme a decorar el apartamento a mi gusto; al menos lo que son las vistas están bastante bien, por el lado del salón y la cocina veo el Mar:

Vista Sur desde el nuevo apartamento de Nacho

Y por el lado del dormitorio y la oficina veo las montañas y el resto de la ciudad:

Vista Norte desde el apartamento de Nacho en Ponta Delgada

Después en la parte que uso como oficina, justo detrás de la mesa tengo puesto un buen mapa mundi por si me canso de la vida en Tierra para ir pensando en un tercer viaje ;-)

Mapa mundi en la pared de la oficina de Nacho en Ponta Delgada

Pero vamos, en un principio no lo veo cercano en el tiempo, de hecho si las cosas me van bien aquí supongo que acabaré por vender el barco, aunque no tengo prisa por ello, ya que al ser un barco antiguo (de 1970) y haber invertido mucho tiempo y dinero en él, realmente lo que puedan pagarme por él nunca compensará todo el tiempo y trabajo invertido, y al fin y al cabo viviendo en el apartamento, que está a 10 minutos a pie del puerto, no me supone un gran esfuerzo el conservarlo, viene incluso bien para romper la rutina de vez en cuando ^_^

 

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Nacho, el autor de esta web

Nacho (el autor de esta web)

En otros tiempos informático, desde 2004 vivo de una forma más coherente conmigo mismo, siendo esta web consecuencia directa de ello, la creé para promocionar mi consultorio y acabé hablando de todo tipo de cosas.

Nací en España hace 46 años, y hace mucho que no llevo una vida "normal", primero viví en un barco durante 10 años, luego en una remota aldea azoriana, y desde junio de 2022 estoy en Argentina en busca de nuevos horizontes.

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